El bosque en otoño

Una estación ideal para perdernos, en una deliciosa caminata, en cualquiera de nuestros innumerables bosques. 

Estamos en otoño. Los días se igualan a las noches. La luz del sol ha perdido fuerza. Amarillos, ocres, naranjas, verdes que se apagan. Las hojas han comenzado a caer.

No debemos desanimarnos ante la niebla o el orbayu, pues un bosque sin humedad ni silencio no podría llamarse así.  

También conviene aprender a disfrutar del entorno observar los árboles, líquenes, hongos, rastros de animales, sonidos… 

Más del 30 por ciento del territorio del Principado está cubierto por bosques.Entre las masas forestales más representativas de nuestra comunidad, descubrimos hayedos, robledales, abedulares, encinares, bosques de ribera o alcornocales.

Algunos de los bosques más populares de Asturias. 

“Bosque de Muniellos” Es la masa forestal más extensa de Asturias, el mayor robledal de España con más de 5.000 hectáreas, y uno de los bosques atlánticos mejor conservados de toda Europa. En el año 2000 fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO y actualmente es el espacio natural más protegido de todo el Principado. 

“Parque de Redes” :Se le ha otorgado el título de Reserva Natural y de Reserva de la Biosfera, por sus impresionantes arboledas, su naturaleza virgen, y la inapreciable manipulación del medio por el hombre. Su superficie es de 376,2 Km2. 

“Bosque de Pome” Es el mayor hayedo del macizo occidental de los Picos de Europa, e internarse en él supone una agradable experiencia : densidad forestal, ramas, copas, hojarasca, fauna, silencio. El bosque es espeso, alto, musgoso, con espigados acebos

                                                      "Parque Natural de Somiedo”: 

Las características del clima y del suelo permiten la existencia en Somiedo de los dos tipos de bosque más representativos de la montaña cantábrica, ambos de hoja caduca: el hayedo y el robledal. Los bosques de haya son los que más superficie ocupan en el Parque, extendiéndose por las laderas más umbrías, en tanto que los robledales ocupan preferentemente las laderas más soleadas. A mayor altitud, predominan el bosque de abedules, menos denso y acompañado siempre de abundante matorral.Es uno de los últimos refugios del oso pardo en nuestro país.