La alimentación es una función vital para los seres humanos. Sin embargo, todos deberíamos pensar más a la hora de comer, servir, comprar e incluso almacenar la comida.
Consejos para reducir tu huella alimentaria y ahorrar :
- Piensa cómo puedes evitar que se desechen los alimentos, más de 20.000 niños menores de 5 años mueren de hambre cada día.
- ¿Sabías que producir un litro de leche supone el uso de 1000 litros de agua?
- Cada año los consumidores de los países ricos tiran a la basura la misma cantidad de comida que la producción neta del África Subsahariana.
- Bebe agua del grifo. La embotellada cuesta 1900 veces más.
- Compra productos locales. El transporte de alimentos supone una gran cantidad de emisiones de CO2.
- Elige productos naturales, son más sanos.
- No deseches los alimentos "feos"
- No pidas más de lo que puedes consumir.
- Guarda los restos de alimentos del día anterior y utilízalos al día siguiente
- Haz la compra y acuérdate de llevar una bolsa.
- Usa las listas de la compra para saber lo que de verdad necesitas.
- Usa agua de lluvia para regar las plantas.
- No compres más comida de la que necesitas.
- Pide menos comida al principio. Es mejor añadir que tirar.
- Tan sólo con un cuarto de los alimentos que se pierden en todo el mundo, se podría dar de comer a 870 millones de personas.
- Zanahorias, tomates, lechuga,... ¿por qué no cultivas verduras en tu propio huerto?
Otros consejos para ahorrar:
- Cambia tus bombillas y usa las de bajo consumo.
- Imprime sólo cuando lo necesites y si puedes, hazlo por las dos caras.
- Clasifica tu basura: separa lo orgánico, plásticos, vidrio...
- Optimiza el uso de tu lavadora: emplea agua fría y ahorra energía.
- Baja la temperatura de tu calefacción 2 grados. Puede reducir el consumo un 14%.
- Recicla, reutiliza y reduce tu consumo.
- Utiliza el transporte público.
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