Un informe previo a la cumbre de Rio avisa del retroceso ambiental. El planeta se calienta y pierde biodiversidad.
El objetivo de contener el calentamiento en dos grados para final de siglo se aleja; los océanos son cada vez más ácidos; la biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido desde la extinción de los dinosaurios y la deforestación está alcanzando tales cotas que supondrá un coste para la economía mundial superior a las pérdidas derivadas de la crisis financiera de 2008. Así lo constata el informe GEO-5, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) como previa a la cumbre de Río+20 que se celebrará en Brasil dos décadas después de la primera cumbre de la Tierra.
Los cambios que actualmente se observan en el sistema Tierra no tienen precedentes en la historia de la Humanidad.
El informe señala que "el ritmo al que se pierden los bosques, especialmente en los trópicos sigue siendo alarmantemente elevado y lo atribuye a que el crecimiento económico ha sido a expensas de los recursos naturales.
El acceso al agua potable es una d las pocas buenas noticias. El objetivo de reducir a la mitad el número de personas sin acceso al agua potable en 2015 está a punto de cumplirse.
El mundo vive la llamada "sexta extinción" de las especies, ya que la biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido.