lunes, 21 de diciembre de 2015

Obsolescencia programada

En el año internacional de la luz dejamos esta referencia a la bombilla incandescente más longeva. Desde 1901 esta bombilla está funcionando ininterrumpidamente en un parque de bomberos. Desde que esta “monitorizada” por  cámaras web, finales de años 90, ha sido necesario cambiar de cámara tres veces, pues no aguantan el ritmo de la bombilla en cuestión. En el siguiente enlace podemos ver la bombilla funcionando a día de hoy:



De sobra sabemos que precisamos de la luz artificial que nos proporcionan las bombillas. Pero curiosamente las bombillas incandescentes se dejaron de fabricar porque no cumplían con los requisitos establecidos en nuestros días en lo referente a la cantidad de energía que consumían en relación con su potencia lumínica y a la escasa duración de estas bombillas. Por estos motivos han sido sustituidas por las bombillas de baja consumo (fluorescentes) y led. Pues bien la bombilla “centenaria” no tendría porque ser una excepción. Si que es cierto el escaso rendimiento energético de esta bombillas pero con respecto a su durabilidad no tendrían que envidiar a las actuales led. En su momento, finales del siglo XIX y principios del XX, los fabricantes de bombillas incandescentes fueron capaces de conseguir, en competencia entre ellos,  duraciones de 80.000 horas, superior a la vida media de una bombilla led actual. El problema surgió cuando se dieron cuentas que con bombillas de tanta duración bajaban las ventas: Las bombillas no se estropeaban y no había gasto en su reposición. Entonces los fabricantes decidieron acordar una duración de las bombillas incandescentes de máximo 4000 horas, y así fue hasta hace unos años cuando se dejaron de fabricar. Esto nos lleva a otra cuestión medio ambiental muy preocupante. La llamada obsolescencia programada, es decir, el diseño previo de la duración de un objeto de consumo, habitualmente electrónico, con lo que se convierten en poco más que objetos de usar y tirar. 
A todos nos gusta estrenar nuevo móvil , tableta, ordenador o equipo de música pero muchas veces no pensamos en el impacto medioambiental que supone la fabricación de estos objetos, y lo que es peor, el impacto medioambiental  que supone cuando nos deshacemos de ellos, incluso aunque sea pensando en su reciclado. En el siguiente documental nos explican con detalle lo que es la obsolescencia programada y el problema ambiental que supone para muchos países toda la basura tecnológica generada. Curiosamente el problema lo tienen países africanos a donde se está enviando toda esta basura desde los países desarrollados:  Dados los costes de su reciclado o del tratamiento de estos desechos resulta más barato transportarlo a otros países con normativas menos exigentes, por no decir nula, en materia medio ambiental
  

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